jueves, 12 de diciembre de 2013

La Declaración de Derechos Humanos a 65 años de su promulgación y el VIH/Sida.

El 10 de diciembre de 1945, a raíz de la creación de las Naciones Unidas y tras el fin de la segunda guerra mundial y del descubrimiento de las atrocidades cometidas por los nazis en los campos de concentración, los países que conformaron dicho organismo decidieron que hechos como los mencionados no deberían repetirse, para ello se trabajó en una Declaración Universal de Derechos Humanos. La Asamblea de las Naciones Unidas solicitó a todos sus miembros que la firmaran. Esta Declaración constituye el primer consenso ético universal más allá de las diferencias culturales de la diversidad humana. Desde 1981 en el mundo y 1983 en México, la pandemia del VIH y el Sida, constituye el reto de salud pública más importante en el cambio del siglo XX al siglo XXI. A la fecha las autoridades de salud tienen el registro de al menos 160,864 casos acumulados de quienes han desarrollado el síndrome a diciembre de 2012, aunado a ello, se estima que, cerca de 179,478 personas adultas entre 15 a 49 años viven con VIH, con datos hasta el 2012. Desde su descubrimiento, el mencionado virus ha representado un reto a los derechos humanos, a causa del estigma asociado al VIH por ser una infección de transmisión sexual y por asociarse arbitrariamente con poblaciones de por sí estigmatizadas. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ha reconocido al VIH Sida como una realidad que reclama la atención decidida de políticas de salud, pero también como un problema de derechos humanos (2). No solamente porque la protección de la salud y la no discriminación son derechos humanos, ni únicamente porque las personas que viven con VIH son sujetos de todos los derechos humanos, ni exclusivamente porque la condición de vulnerabilidad de estas personas es importante, sino porque la misma repuesta al SIDA por parte de la sociedad en su conjunto, sólo será exitosa si se colocan los derechos humanos en el corazón de la misma. De hecho, se ha afirmado que el Final del Sida es una cuestión de Derechos Humanos. En ocasión del Día de los Derechos Humanos, Michel Sidibé, Director Ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida ha declarado en un comunicado de prensa que la epidemia de sida podría terminar en 2030, pero que esto sólo será posible si los derechos humanos de toda la gente vulnerable al (y que vive con) VIH, se cumplen. “Es inaceptable –dice Sidibé- que las mujeres y las niñas, las trabajadoras (y trabajadores) sexuales los usuarios de drogas inyectables, los migrantes, los reclusos, los hombres que tienen sexo con hombres, y las personas transgénero sean atacados, violados y asesinados sin que nuestras conciencias se rebelen. Los derechos humanos deben ser respetados y satisfechos para todos. Quienes sufren o se esconden no merecen el silencio sino la justicia. En muchos países las personas con VIH o con sida han luchado por sus derechos y los han conseguido, rechazando ser beneficiarios pasivos y consiguiendo convertirse en agentes de cambio; sin embargo hay millones que no han obtenido estos beneficios. Lograr nuestra visón de cero nuevas infecciones, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida exige el respeto a los derecho humanos. Todas las personas son iguales en dignidad y valor y todas merecen el derecho a la salud y a la vida”.

El VIH, el Sida y los derechos humanos en México

Director del Programa de VIH de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.(CNDH) Desde 1981 en el mundo y 1983 en México, el VIH y el Sida es uno de los mayores retos de salud pública. El hecho de que los primeros casos de sida se hayan identificado en Estados Unidos entre grupos previamente discriminados, como los homosexuales, los usuarios de drogas inyectables (UDI) las y los trabajadores sexuales, causó el estigma asociado al sida y consecuentes violaciones a los derechos humanos. CENSIDA registra 164,422 casos acumulados de sida a junio de 2013, y se estima que 179,476 personas viven con VIH, (a 2011). La mitad de ellas desconoce aún su diagnóstico En México, la CNDH, reconoce al VIH como un problema de salud pública, pero también como un problema grave de derechos humanos; no solamente porque la protección de la salud y la no discriminación son derechos humanos, o porque las personas con VIH son sujetos de todos estos derechos, ni porque se requiere abatir la condición de vulnerabilidad de estas personas para lograr una respuesta eficiente al VIH, sino porque la misma repuesta al SIDA por parte de la sociedad en su conjunto, sólo será exitosa si se colocan los derechos humanos como su eje. La Constitución obliga a todas las autoridades a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos y prevenir las violaciones a derechos humanos y si ocurren a investigar, sancionar y reparar los daños. También prohíbe toda discriminación incluso la motivada por condiciones de salud, y por preferencias sexuales Además protege el derecho a la salud. La mortalidad por sida debería descender por la disponibilidad de antirretrovirales (ARV), a los que todas las personas con VIH o SIDA tienen derecho a acceso gratuito, sin embargo esta meta no se ha alcanzado: En 2011, la tasa de mortalidad en México por Sida fue de 4.4, por cada 100,000 alta en comparación con otros países de Latinoamérica como Chile que la mantiene en 2.3 ¿Cuáles son las razones? Diagnóstico tardío, irregular suministro de medicamentos ARV, falta de adherencia a los tratamientos, estigma y discriminación. Esto se resuelve con respeto a la legalidad, y políticas públicas en conjunto con la población afectada. Es necesaria la detección temprana del VIH, para evitar que las personas lleguen en la fase avanzada del sida; para lograrlo hacen falta campañas prevención, especialmente en los grupos más afectados. Los derechos humanos exigen que la prueba se realice previo consentimiento informado específico, ya que de manera coercitiva, se aleja a las personas de los servicios de salud. El estigma y la discriminación contra las personas con VIH, provocan el temor a practicarse la prueba, no sólo por cuestiones médicas, sino sociales. Más del 30% de las quejas que recibe la CNDH son por desabasto de medicamentos ARV, incluso se han emitido dos recomendaciones. El desabasto dificulta la adherencia a los ARV y hay riesgo de que el virus se vuelva resistente a los mismos. El segundo asunto en número de quejas ante la CNDH en VIH es la discriminación: Tal fue el caso de los niñas y niños con VIH, que fueron expulsados de escuelas por vivir con VIH lo cual dio lugar a la Recomendación general N° 8, en 2004. A pesar de ellos la CNDH y los organismos de los estados han tramitado nuevas quejas por este motivo.Otra forma de discriminación es la negativa de servicios de salud, por ejemplo en los servicios obstétricos como la atención del parto a mujeres con VIH lo que expone además al bebé a la transmisión del virus. La protección y la promoción de los derechos humanos reducen la vulnerabilidad a la epidemia; previenen el estigma y la discriminación contra las personas que viven o están en riesgo frente al VIH y al SIDA; La comprensión y respuesta al estigma resulta esencial .Es necesario combatir todos los prejuicios que dan pie a la discriminación en relación al VIH como son la homofobia, el machismo, el clasismo y el racismo Comisión Nacional de los Derechos Humanos 018007152000 www.cndh.org.mx programavih@cndh.org.mx